En Baños de la Encina el 2 de febrero los vecinos se reunen en torno a grandes hogueras, por barrios, ofreciéndose entre sí las viandas más preciadas. No falta el vino del Valle de Bailén, provocando los sones y bailes propios de esta festividad, como los cantos de corro en torno a la lumbre. También se celebra la bendición de las rosquillas de San Blas para los dolores de garganta. Fotos 2009
Lo primero que había que hacer era buscar días antes la leña para hacer la hoguera. Cuando salíamos a las cinco de la tarde del colegio, íbamos a los eucaliptos cercanos y recogíamos las ramas caídas y secas, también nos acercábamos a los olivares próximos en busca de las ramas que cortaban los cortadores del olivo y esperaban ser quemadas, así sin saberlo hacíamos un favor al trabajador que iba a quemar ramón (así llamamos a las ramas cortadas y que hay que eliminar de los olivares)
Ya teníamos lo principal, la leña estaba apilada en la calle, siempre buscábamos un lugar terrizo donde hubiese espacio para no molestar a ningún vecino. Mi pandilla siempre se ponía enfrente de la casa de "Colache" ya que en esa época no había casas allí.
Otra de las cosas que había que preparar con tiempo o guardar durante todo el año eran los botijos viejos o que se les estropeaba el asa o rezumaba demasiado y hacían el agua mala; se guardaban en la cámara de la casa y los sacábamos el día de la Candelaria.
Encender la hoguera era toda una proeza ya que la lluvia casi siempre nos tenía la leña mojada. Cuando prendía bien empezábamos a jugar a la flor del romero, era un juego en parejas, le dabas la mano a la que tenías al lado, si era el chico que te gustaba era una ocasión perfecta para sentir el roce y el calor de su mano… se hacía unos arcos con las manos entrelazadas y mientras cantabas ibas pasando por debajo de los muchos arcos que se habían formado.
Ala flor del romero,
romero verde,
el romero se seca ya no florece,
ya no florece, ya ha florecido.
La vergüenza de los hombres ya se ha perdido,
de las mujeres no digo nada,
que se van con los hombres de madrugada.
A la flor del arco iris se retira la tormenta,
yo me enamore de ti
Todo acababa cuando la hoguera se consumía, ¡por eso no se encendía hasta que no era de noche!. Disfrutábamos de las brasas, te quedabas embobado mirando las llamas, no queríamos que la noche con sus juegos acabase.